La comida como adicción
La comida está buena, es algo biológicamente necesario. Es una de nuestras pocas adicciones permitidas y uno empieza de bien pequeñito a llorar cuando tiene el mono.
El síndrome de abstinencia es muy claro: hambre. Los heroinómanos se sienten nerviosos, los alcohólicos tiemblan, los cafeinómanos se duermen... Todas estos monos tiene su lógica, si la droga te estimula, te sientes deprimido, y si es un depresor, te sientes taquicárdico.
El hambre pasa por los dos estados, a ratos estamos rabiosos de hambre, y a otros nos sentimos débiles y dormidos. Lo lógico sería únicamente lo segundo, pero los propios métodos de la evolución nos llevan a activarnos cuando tenemos hambre para no quedarnos débiles y medio muertos hasta la inhanición, con permiso de los bajones de glucosa.
¿Pero, por qué estoy tratando el hambre como si fuera una adicción? Que levante la mano el que nunca haya comido por el placer de comer, que no haya tragado una poción extra de ese plato que tan bien prepara tu abuela (mmm... croquetas). Ahora que levante la mano el que no lo haga más a menudo de lo que se considera sano.
Yo soy un adicto, para qué negarlo, de los de verdad. El placer de comer me es indescriptible, la comida deshaciéndose en mi boca mientras la engullo vorazmente como Son Goku tras un entrenamiento no es cosa baladí. No es raro que sea uno de los siete pecados capitales, y es que, sobre todo en España, la gula y la envidia son deportes nacionales. ¿Sabíais que el concepto de envidia sana sólo existe en el castellano?
La mayoría de estos pecados capitales son denostados, pero la gula es algo que no hace daño, excepto a uno mismo. La de enfermedades asociadas al sobrepeso que existen, y nosotros pasando, es un poco como con el tabaco que los fumadores saben que probablemente tengan problemas respiratorios, pero siguen fumando. Los comilones como yo, somos incapaces de aguantarnos las ganas de comer demasiado.
Comer es un placer, quizá el truco sería no disfrutar de la comida, como las anoréxicas (lo digo muy a la ligera, lo sé, no me critiquéis por ello). Pero no disfrutar del comer se considera un trastorno, por lo que queda claro que la adicción a la comida es una necesidad, por lo que aparentemente aquí el problema no es ser adicto a la comida, si no serlo demasiado. Pasar de las dietas, vamos.
Esto es un concurso de obviedades, pero también sigue siendo obvio que tenemos que comer más sano, en cantidades más ajustadas. Poder celebrar algo sin que haya comida de por medio, o cualquier otra droga que en cierta manera nos haga sentirnos más unidos como humanos débiles a las pasiones carnales.
Aprovecho la ocasión para abrir una de las cutredemostencuestas (contracción de "el cutre de demóstenes hace encuestas") sobre el tema, hace muchísimo tiempo que hice la última, como un año, la dejaré abierta 21 días.
El síndrome de abstinencia es muy claro: hambre. Los heroinómanos se sienten nerviosos, los alcohólicos tiemblan, los cafeinómanos se duermen... Todas estos monos tiene su lógica, si la droga te estimula, te sientes deprimido, y si es un depresor, te sientes taquicárdico.
El hambre pasa por los dos estados, a ratos estamos rabiosos de hambre, y a otros nos sentimos débiles y dormidos. Lo lógico sería únicamente lo segundo, pero los propios métodos de la evolución nos llevan a activarnos cuando tenemos hambre para no quedarnos débiles y medio muertos hasta la inhanición, con permiso de los bajones de glucosa.
¿Pero, por qué estoy tratando el hambre como si fuera una adicción? Que levante la mano el que nunca haya comido por el placer de comer, que no haya tragado una poción extra de ese plato que tan bien prepara tu abuela (mmm... croquetas). Ahora que levante la mano el que no lo haga más a menudo de lo que se considera sano.
Yo soy un adicto, para qué negarlo, de los de verdad. El placer de comer me es indescriptible, la comida deshaciéndose en mi boca mientras la engullo vorazmente como Son Goku tras un entrenamiento no es cosa baladí. No es raro que sea uno de los siete pecados capitales, y es que, sobre todo en España, la gula y la envidia son deportes nacionales. ¿Sabíais que el concepto de envidia sana sólo existe en el castellano?
La mayoría de estos pecados capitales son denostados, pero la gula es algo que no hace daño, excepto a uno mismo. La de enfermedades asociadas al sobrepeso que existen, y nosotros pasando, es un poco como con el tabaco que los fumadores saben que probablemente tengan problemas respiratorios, pero siguen fumando. Los comilones como yo, somos incapaces de aguantarnos las ganas de comer demasiado.
Comer es un placer, quizá el truco sería no disfrutar de la comida, como las anoréxicas (lo digo muy a la ligera, lo sé, no me critiquéis por ello). Pero no disfrutar del comer se considera un trastorno, por lo que queda claro que la adicción a la comida es una necesidad, por lo que aparentemente aquí el problema no es ser adicto a la comida, si no serlo demasiado. Pasar de las dietas, vamos.
Esto es un concurso de obviedades, pero también sigue siendo obvio que tenemos que comer más sano, en cantidades más ajustadas. Poder celebrar algo sin que haya comida de por medio, o cualquier otra droga que en cierta manera nos haga sentirnos más unidos como humanos débiles a las pasiones carnales.
Aprovecho la ocasión para abrir una de las cutredemostencuestas (contracción de "el cutre de demóstenes hace encuestas") sobre el tema, hace muchísimo tiempo que hice la última, como un año, la dejaré abierta 21 días.
Comentarios
Como en el fondo tienes razón voy a dejar de comer tanto, mmm.. creo que me pasaré a la bebida :P
Es mi vicio,ayer me comí una tarta de chocolate que la saliva se me caia.Ainsss
Nunca había visto el comer como una adicción, entre otras cosas, porque a mí comer cosas ricas me gusta, pero tampoco te creas que me resulta la caña.
He votado por "mear", como ya sabréis. xDD
PD: te falto la pereza como otro deporte español xD
cuidaos.. :)
P.S: Que de gente enferma que pasa por aquí y vota en la encuesta que le mola pincharse los ojos con agujas. Enfermos so enfermos.
thank you for reading my blog... i'm asking how can you read it in spanish, and leave a comment in english ;)
regards
La relación con la comida puede ser compleja; desde un placer genuino hasta una adicción. Enfocarse en la salud mental y aprender a disfrutarla sin excesos es clave para un equilibrio saludable.